Héctor Meza es presidente y director general de Grupo InfoSol, firma especializada en RP y comunicación empresarial.
Difundir los mensajes adecuados a la audiencia correcta, asegurará lealtad hacia nuestra marca, lo cual, al final, se traduce en ventas para nuestra empresa.
En la actualidad, mantenerse en la mente de los consumidores es una tarea bastante complicada.
Existe un bombardeo tal de información y mensajes, que sólo aquellas marcas que sepan cómo distinguirse de las demás, serán las que tengan una ventaja frente a su competencia.
Pero, entrar en la mente de los consumidores no es la tarea más difícil, mantenerse ahí es lo complicado; a pesar de esto y debido a la inmensa cantidad de mensajes a los que están expuestos, se debe buscar la manera de ser recordados, de forma frecuente y consistente, a través de la mezcla promocional. Y ser recordados por los consumidores es justo lo que genera lealtad a la marca.
Como tal, la lealtad es la tendencia que tienen las personas para adquirir siempre los productos y/o servicios de determinada marca. Esta elección, a veces, puede ser influenciada por otras personas, por un mal servicio recibido por parte de otra marca u otros factores, pero la mayoría de las ocasiones se genera porque se crearon los mensajes adecuados y se difundieron a los mercados correctos.
Conocer a la audiencia
La regla es muy sencilla. Entre más se sepa de los consumidores, es más probable que se les impacte de manera positiva. Se debe conocer a la perfección a la audiencia a la cual nos dirigiremos para que los mensajes que les lleguen se queden en su mente, esto es, aquello que comuniquemos debe ser claro, consistente y constante.
Si los mensajes que comunicamos cuentan con los elementos como claridad, consistencia y constancia, habremos dado un paso adelante con respecto a nuestra competencia para ganar la mente de nuestras audiencias objetivo (AO) y, en ocasiones, ocupar un espacio en su corazón; al generar lealtad a nuestra marca, lo cual se traduce en ventas para nuestra empresa.
La clave, el mensaje
¿Qué sería de una marca sin el mensaje adecuado? Es probable que termine por desaparecer. No importa que sea una marca nueva o clásica, todas las organizaciones deben contar con mensajes que comuniquen la promesa de la marca a sus audiencias, aquello que las hace diferentes de su competencia para mantener su base de clientes y, claro está, aumentarla.
Pero, ¿cómo saber cuál es el mensaje adecuado? La respuesta es sencilla: el mensaje adecuado es aquel que está hecho con base en las características de nuestra audiencia. Si el mensaje está enfocado en el público al cual queremos llegar, y en las necesidades y deseos que nuestra marca satisface, el mensaje será recordado, sin duda.
La creación del mensaje no debe suponer mayor problema si conocemos nuestro producto y/o servicio y a nuestras AO. Lo mismo sucede para su difusión, si nuestra audiencia está bien segmentada, no tendremos problema en hacer llegar el mensaje y, mejor aun, no habrá problema para que deje huella.
La lealtad trae consigo otros beneficios, como menor vulnerabilidad contra la competencia, atracción de nuevos prospectos y creación de clientes satisfechos
Audiencias adecuadas
En conclusión, nuestros mensajes deben ser claros, consistentes, constantes y deben ser enviados a las audiencias adecuadas para que nuestra marca sea recordada. ¿Cómo lograr lo anterior? Al definir los mensajes y difundirlos a un mercado segmentado para asegurar un impacto directo hacia las audiencias a las cuales su empresa se quiere dirigir.
Impactar a las audiencias con los mensajes adecuados asegurará lealtad hacia nuestra marca; ocuparemos un espacio no sólo en la mente, también en su corazón, pues estaremos por delante de la competencia y, en consecuencia, nuestras ventas aumentarán, objetivo principal de cualquier organización. Es decir, vender bienes que no regresan, a gente que regresa.
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